sábado, 26 de noviembre de 2011

MANIFIESTO CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO: PSOE DE CEUTA

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 Un año más nos encontramos conmemorando el Día Internacional contra la Violencia de Género y un año más le decimos a cada persona, cada familia, cada institución, cada comunidad, grande o pequeña, que debe poner todo sus esfuerzos para erradicarla, condenarla y dejar de normalizarla.
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 Ahora, justo ahora, una mujer estará siendo empujada, otra humillada, alguna encerrada, otra amenazada, muchas coaccionadas y una, puede que una acabe siendo asesinada.
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 Papá no, por favor….  mamá no llores ¿Por qué pones esa cara?
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 La Ley contra la Violencia de Género fue la primera normativa legal aprobada por el Gobierno socialista en Diciembre de 2004 y dotó a Ministerios, Autonomías, Ayuntamientos y Asociaciones de los recursos necesarios, tanto legales como económicos, para la protección integral de las víctimas y menores a su cargo.
 Esta Ley ha permitido proteger a miles de mujeres, pero todavía aún no ha podido y no ha logrado hacer desaparecer el machismo que hace que todavía aún nos llamen Feminazis.
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 ¿Otra vez igualdad? ¿Otra vez estáis hablando  de violencia de género? Eso, eso que decís, es una tontería ¿Qué más da?
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No, no da igual, claro que hablaremos, claro que insistiremos, claro que no nos callaremos, claro que las defenderemos, porque mientras una, sólo una mujer pase miedo… a esta tarea le queda tiempo.
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Tiempo para educar, Tiempo para sensibilizar, tiempo para formar, tiempo para explicar, tiempo para aplicar los protocolos, y tiempo para exigir cumplir la Ley.  
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A las fuerzas políticas, compromiso.
El partido socialista de Ceuta exigió ayer a la Ciudad que no se recortara en inversiones, tal como lo están haciendo otras comunidades gobernadas por el PP y que se cumpliera íntegramente la Ley. El Pleno lo apoyó por unanimidad. Y ese es el camino, tenemos que estar todos y todas unidos, porque Todos y todas somos la clave para acabar con la violencia de género.
A las Asociaciones, a seguir, a seguir.
Hay que pelear por lo que se quiere... sois la voces de las mujeres que callaron y las manos de otras tantas que ataron.
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A la justicia, rigor, seriedad, sensibilidad, conocimiento, objetividad.
El maltratador quiere controlar, y muchas veces usará esta vía para ejercer ese dominio. Sentencias modelos... y peritajes reales....
A los servicios sanitarios, prevención y comunicación.
Tenemos que dar partida e informar cuando veamos que una mujer puede estar sufriendo violencia de género. Debemos estar atentos y atentas a las señales.
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A los medios de comunicación. Sois más importantes en esta lucha de lo que creéis.
Evitemos la justificación de los malos tratos y cuidemos la forma de dar la información. Sabemos que estáis comprometidos para con la sensibilización social, para parar esta lacra, para informar sobre las salidas, las sentencias... Contamos con vosotros.
Al Sistema educativo, dejemos de utilizar el lenguaje sexista. Trabajemos por la coeducación y observemos a los alumnos y alumnas. A veces ellos son la clave de lo que está pasando en su familia.
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A las fuerzas de seguridad, protección y efectividad. Cumplimiento del protocolo.
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A los familiares y amistades sois fundamentales.
Vosotros no estáis solos y debéis mostrarle a la victima que no lo está tampoco. Apoyar siempre a la víctima, comprendiéndola pero no aislándola. No ocultéis información a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, ni a los servicios médicos, también está en vuestra mano acabar con la violencia machista, pedid ayuda.
A ti, mujer, Sal, di no, corre, denuncia, no te calles, elige vivir, no dejará de hacerlo, eso no es normal, no te quiere, escapa, ven, puedes, eres fuerte, vales mucho, eres mujer, si, mujer. No eres una esclava. Estás siendo maltratada.
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No, no son las agujas del reloj que controlan este manifiesto. Son las mujeres muertas por violencia de género. Queremos dejar de sumar, queremos restar. Empecemos la cuenta atrás, ya.

JUNT@S PODEMOS LOGRALO;
¡NINGUNA MUJER MÁS SIN PROTECCIÓN; NINGÚN MALTRATADOR MÁS SIN CASTIGO!

jueves, 10 de noviembre de 2011

¿Y por qué no?

La inmigración es una realidad de nuestra sociedad que requiere de políticas públicas coordinadas y de un amplio consenso social. Según las últimas Encuestas del CIS, una parte importante de la opinión pública (más del 40%) tiende a ver la inmigración como el segundo problema de España, sólo por detrás del paro, al tiempo que se perfila un sector que oscila entre el veinte y el treinta por ciento que manifiesta actitudes de rechazo y de carácter xenófobo.
Por tanto, consideramos la necesidad de aclarar y potenciar el discurso sobre integración, subrayando la igualdad de derechos, deberes y oportunidades como ejes fundamentales para una correcta actuación. Somos conscientes de que su posición como ciudadanos y ciudadanas que acceden a servicios y participan en el mercado, puede estar condicionada por diversos factores, y es nuestro deber proteger con el mismo nivel de precisión, que hacemos con el resto, a las víctimas de discriminación por origen nacional, étnico, racial o religioso. La futura ley para la igualdad de trato que en estos momentos se encuentra en proceso de elaboración corregirá esta situación y podremos hacer de la integración un verdadero Estado de Derecho y Bienestar.
Es innegable que gracias a las acciones socialistas, España ha representado un verdadero éxito en políticas de integración. Nuestro sistema es ampliamente incluyente, especialmente si lo comparamos con el resto de países europeos. Así lo sugiere el es­tudio comparativo para 31 países Migrant Integration Policy Index (MIPEX) que rea­liza un índice construido a partir de 140 indicadores agrupados en seis dimensiones: acceso al mercado laboral, reunificación familiar, residencia de larga duración, participación política, acceso a la nacionalidad, medidas anti-discriminación y, solo en su última edición, acceso a la educación.  España puntúa por encima de la media de la UE en todos los indicadores, con la salvedad del de acceso a la nacionalidad y medidas antidiscriminación. 

Los y las socialistas de Ceuta, lejos de las últimas noticias encaminas a despertar una alarma social, queremos reflejar la visión positiva que ha obtenido el fenómeno inmigratorio en la última década en nuestro país, contribuyendo a unas repercusiones socioeconómicas inmejorables. Es de esperar, que polemizar sobre la política de inmigración genere mayores rendi­mientos electorales en las grandes conurbaciones en las que el porcentaje de inmi­grantes es más elevado, y eso conlleva faltar a la visión real, responsable y comprometida que desde el PSOE de Ceuta no estamos por permitir.

Hoy el número de extranjeros residentes en España supera los 5,7 millones de personas y representa el 12,2% de la población convirtiéndonos en el segundo país con mayor población extranjera en 2010 por detrás sólo de Alemania. No podemos olvidar que la inmigración llegó a España atraída por una oferta laboral nativa insuficiente para cubrir la extraordinaria demanda de empleo generada en el periodo de auge económico (2000-2007). La población inmigrante fue la gran dinamiza­dora de la generación de empleo en la economía española durante dicho pe­riodo, aportando la mitad de todo el empleo neto generado. La distribución sectorial de dichos empleos ha diferido siempre de la población nativa. Mientras que entre la población in­migrante se crea empleo en todos los sectores de actividad, entre la pobla­ción nativa se destruye empleo en el sector de la agricultura y de la industria. De cada 10 nuevos trabajadores inmigrantes, 0,5 encontraron trabajo en la agricultura, 1 en la industria, 2,5 en el sector de la construcción y cerca de 6 en el sector de servicios. En la actualidad trabajan en España 2,8 millones de inmigrantes, lo que sitúa la contribución de la inmigración al empleo en el 15,1% del empleo total, un importante avance teniendo en cuenta que hace 10 años representaban el 3,2% (500.000 empleos inmigrantes). Además, la aportación de la inmigración al empleo apenas se ha reducido desde el inicio de la crisis debido a la mayor capacidad de ajuste y resistencia a la crisis de la población inmigrante. Aparte del impacto directo que la inmigración ha tenido sobre el empleo, existe una importante contribución indirecta de la población inmigrante al mercado laboral, que se manifiesta a través de un incremento del volumen de capital humano y de la tasas de empleo, de una elevación de los salarios de los nativos al desplazarse hacia tareas de mayor cualificación y remuneración, un mayor empleo nativo necesario para complementar las tareas realizadas por los inmigrantes, una mayor participación de la mujer nativa en el mercado laboral, un aumento de la movilidad laboral geográfica y una progresiva incor­poración de los inmigrantes a nuestro tejido empresarial. Según nuestras estimaciones, la aportación directa de la inmigración a la acti­vidad productiva en España se habría situado en el año 2010 en torno al 10% del PIB, y en los últimos 10 años habría experimentado un fuerte crecimiento (en el año 2000 apenas representaba el 2,7%).
En resumen, si agregamos los efectos de la inmigración sobre la población y la renta per cápita, el 60% del crecimiento de la economía española en la última década se puede asignar a la inmigración (1,2%). Es insostenible negar que la inmigración ha sostenido la actividad económica, incluso durante la crisis, y va a ser crucial para la recuperación. Sin inmigración, la salida de la crisis se hubiera retrasado en torno a un año pues el saldo fiscal de la inmigración ha sido positivo durante el periodo de auge económico y llegó a representar el 50% del superávit del conjunto del sector público, con más de 5.000 millones de euros anuales. A pesar de la crisis, el saldo sigue siendo positivo y se situó a finales de 2010 por encima de los 3.000 millones de euros. Tampoco nos podemos olvidar de valorar como positiva la contribución de la inmigración a la sostenibilidad del sistema de pensiones, que ha permitido retrasar en casi cinco años la entrada prevista en déficit del sistema. Es razonable pensar que a medio plazo (2020), con la futura entrada de nuevos inmigrantes, la aporta­ción de la inmigración al Estado de bienestar seguirá siendo positiva.
En definitiva y tras estos datos, es evidente que existen fuertes incentivos para que en las próximas elecciones los partidos de la opo­sición, especialmente los situados hacia la derecha del espectro ideológico, recurran a la inmigración como uno de los caballos de batalla. Para el caso del PP, la estrategia de criticar la gestión llevada a cabo por el Gobierno socialista no resulta coherente con la influencia negativa que este partido ha ejercido sobre el modelo español de inmigración en el periodo clave 2000-2004, centrándose en el discurso exclusivo de control de llegada y residencia como opción de conservación de los valores de la sociedad de recepción, por encima de los valores de integración como sociedad de acogida.