lunes, 14 de marzo de 2011

Realidades que deberían no serlo

Desde la Asociación Búscome queremos condenar la última agresión de violencia machista sufrida en Ceuta la pasada madrugada. Condenamos también la muerte de dos mujeres a manos, presuntamente, de sus respectivas parejas en Tarragona y Valencia.
Esta vez, y siempre haremos un rechazo rotundo y pediremos a la sociedad una reflexión y una visión plural del problema, de sus causas, soluciones y respuestas. Pero en esa visión y en ese análisis, la asociación Búscome quiere estar en primera fila, asumiendo los errores y diciendo claramente, sin tapujos ni miedos que hemos fracasado una vez más. Hemos fallado y asumimos todas las consecuencias porque la Ley Integral contra la Violencia de género no está funcionando. Y no está funcionado porque no se cumple, se saltan los protocolos y no se hacen los oportunos seguimientos.
Lanzamos campañas para que la mujer denuncie, para que la sociedad se implique. Se presentan proyectos, cursos de formación. Algunas veces en las noticias vemos que se convocan mesas de red y convenios de coordinación para trabajar en la Violencia de Género. Se destinan presupuestos para que cada ciudad asuma la autonomía en materia de la mujer… Pero… ¿Qué está pasando? La mujer sigue siendo humillada, coaccionada, anulada, insultada, degradada, agredida y en muchos de los casos, esa dominación del poder establecido y asumido por parte de la sociedad como una conducta normal acaba manifestándose de la manera más cruel y espelúznate acabando con la vida de una mujer que simplemente ha decidido decir No.
Justamente, al medio día cuando hemos encendido la televisión, la radio y abierto el periódico hemos vuelto a escuchar las continúas noticias basadas exclusivamente en si la mujer había puesto su respectiva denuncia o si no lo había hecho. También salen los vecinos o los familiares hablando si se escuchó en ocasiones anteriores gritos, peleas o algo que pudiera haber hecho sospechar de la situación que se estaba viviendo. Suponemos que  para justificar las millonarias campañas para conseguir precisamente eso: que la mujer o el entorno denuncie. Es decir, el foco de atención y la solución recae exclusivamente tanto para parar como para asumir las consecuencias de no haber llevado tal protocolo, a la mujer, amigos y familiares. Se sigue culpando y condenando a la víctima como única responsable, mientras que con frivolidad e indiferencia, seguimos  mirando para otro lado.
Incluso desde la misma Ciudad Autónoma de Ceuta donde se ha producida la agresión, sale al paso ofreciendo todos los recursos que están en sus manos para la víctima y su hijo. Pero es en la misma ciudad donde, a veces, no se ejecutan los protocolos o no se hacen eco de la demanda, derechos y protección de las víctimas.
Pero, todavía no hemos apreciado empezar una nota de prensa, un discurso o una repulsa como hemos intentado hacerla desde la Asociación, asumiendo las culpas.
Todos y cada uno de nosotros y nosotras somos responsables de sus muertes porque cada uno de nosotros y nosotras no hemos podido impedir que ello ocurra.
Es obvio que los protocolos (policiales, médicos o judiciales, sin mencionar los políticos, mediáticos o educativos) no están funcionando, a pesar de la LOI, 3/2007. Paremos de comercializar, de buscar intereses personales y políticos. Dejemos de hacer negocio y propaganda electoral con la violencia de género y hagamos de verdad una mesa donde todos y todas exijamos acabar con el machismo.
Unas mujeres no habrán denunciado, otras están en ellos pero una gran mayoría lo hacen y se tienen que enfrentar a una revictimización continúa por parte de las instituciones porque cuando una es víctima de la violencia machista no lo es solo por parte de la pareja agresora, lo es también por la indiferencia de una sociedad que permanece impasible, que calla, que aguanta, que soporta, que permite, que acepta y hasta normaliza conductas y hechos que minimizan o invisibilizan a la mujer. Pero lo es también por quedar a merced de unas instituciones que no siempre actúan conforme a lo esperado salvando cada 25 de noviembre como pueden o como saben pero muchas veces carentes de un auténtico compromiso, sin visos de una responsabilidad real y desde luego con una falta de concienciación por la causa  que se ha podido ver reflejado en el último Congreso de los Diputados entre Pajín y Celia Villalobos
Siempre hubo una frase que desde la Asociación no hemos visto muy bien: “No estás sola” porque si lo están.

No hay comentarios:

Publicar un comentario