sábado, 8 de marzo de 2014

CUANDO LOS PASOS CONFUNDEN LA DIRECCIÓN


A veces pienso que las personas se meten en compartimentos claramente diferenciados o definidos por temor a perder un supuesto equilibrio imaginario que nada tiene que ver, en la mayoría de las ocasiones, con la realidad, ¿realmente satisface quedarse inmóvil ante una apariencia sutil de lo “políticamente correcto”? Esta pregunta ha suscitado en mí demasiadas respuestas que bien se han merecido, al menos, una reflexión mucho más detallada de lo que significa la palabra reivindicar.
Comenzamos.
De nuevo ha llegado el 8 de marzo, ese día que todas las fuerzas políticas o personalidades diversas salen a reflejar la importancia de luchar para acabar con la desigualdad de género y la discriminación, ¿cómo lo hacen? lectura de manifiestos o actos que invitan a recordar, con datos, las cifras de mujeres asesinadas por la violencia machista, el número de desempleadas, los problemas para conciliar, la feminización de la pobreza o la brecha salarial. Si nos damos cuenta, estas demandas se adhieren al concepto de lo “normal”, de lo lógico y transcendentalmente cotidiano, las mujeres tienen que trabajar, no ser discriminadas por ello, las mujeres han de ser respetadas y no maltratadas. Durante ese día se hartan de apuntar lo elemental que es el trabajo coordinado y la unidad de todas las fuerzas políticas, así como de la sociedad, para acabar con la desigualdad. Bien, hasta aquí todo conforme, pero ¿qué sucede en los días anteriores y posteriores al 8 de marzo? Nada, poco, costumbre, pasividad, crítica, apatía, frenos, lentitud, y algo más. Algo más de inercia sobre un mundo lleno de micromachismo y falsedades, algo más sobre un mundo lleno de caretas, conveniencias, soportes y manipulaciones, algo más de todo y de nada a la vez. Y me pregunto yo, ¿pensaría la Ciudad en la importancia de realzar los valores de igualdad cuando se silenció de los ataques de Benaisa hacia las mujeres en la televisión pública de nuestra ciudad? ¿Pensará la Ciudad en la seguridad de las mujeres cuando, por culpa de su reforma, 50.000 mujeres al año tendrán que recurrir al aborto clandestino? ¿Pensará la Ciudad en el 8 de marzo cuando existen, por su culpa, perdidas reales de empleo, de derechos laborales, de derechos sociales, de protección frente a la violencia de género, de igualdad y, sobre todo, de libertad? Tengo dudas, muchas dudas.
Dudas que me hacen analizar para qué sirve este Día Internacional si no es para reivindicar con dignidad. ¿De verdad veis coherente que el PSOE apoye un acto donde se invisibiliza el derecho a decidir de las mujeres, donde se tolera que las mujeres pasen a ser tuteladas por terceros y donde, de seguir adelante la reforma del aborto, se ponen en riesgo la vida de las mujeres? Juzguen ustedes, pero hay una cosa que está por encima de todo y se llama coherencia.
Dicho esto, cuando una se pone a valorar cómo poder concienciar en igualdad, empiezas a enaltecer la necesidad de que toda acción tiene que conllevar una reacción, es decir, tenemos que empoderar, empatizar, concienciar, generalizar, sensibilizar, tenemos que conseguir que el mensaje cicatrice para que no tengamos que esperar un 8 de marzo o un 25 de noviembre. Necesitamos revolucionar, que se despierten las sensaciones, que se activen los corazones, necesitamos naturalidad en las acciones y, sobre todo, necesitamos principios, principios loables de activismo y feminismo, ¡vaya dos palabras más atrevidas!, activismo para romper moldes, barreras y feminismo para ensordecer la justicia social.
Permitidme decir que pertenezco a un partido político que ha construido legislativamente el camino de la igualdad, que ha estado compuesto por innumerables mujeres valientes capaces de sacrificar sus vidas por la lucha de derechos, pero permitidme también decir que estas mujeres no han estado solamente en el PSOE, también en muchos partidos de izquierda y en innumerable asociaciones y colectivos feministas, ¿qué nos diferencian en la lucha por la igualdad? Antes nada, ahora, no lo se. ¿Están todos los partidos de izquierda de Ceuta dispuestos a reivindicar el aborto legal de una manera clara y decidida? ¿Existen diferencias en la forma de reivindicar de una persona política con una persona asociacionista? ¿Existen muchas asociaciones en Ceuta capaces de reivindicar una causa justa a pesar de tener, en algunas ocasiones,  que contradecir al Gobierno?
No eres libre solo cuando haces lo que quieres, eres libre cuando expresas lo que eres. Cuando el fin es el mismo, pero el instrumento variado, ¿qué importa los compartimentos? Por tanto, cuando la sinceridad, la transparencia y la verdad, son irrenunciables, el objetivo sí es alcanzable.
 

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