Que el
Partido Popular quiere hacer de la Educación un sistema rentable desde el punto de vista
mercantil y empresarial, es una realidad que a esta altura de su mandato nadie
puede poner en duda. Que el Partido Popular rehúye
del diálogo, la igualdad de oportunidades y los derechos a un sistema público y de calidad, es una realidad incuestionable desde
el punto de vista cualitativo y cuantitativo.
Que la Educación, por culpa del Gobierno del
Partido popular, está sometida a un proceso de
desprestigio en el que se pretende deslegitimar todo lo preexistente para instalar un nuevo
modelo educativo, ideologizado y regresivo, en un
contexto de recortes y normativas que han incidido de forma muy negativa en las
posibilidades de desarrollo de nuestro país, es
indiscutible. Pero si hay
algo irrefutable en la
gestión del MECD es el sometimiento, la presión y
anulación que hace Wert, con el consentimiento de
Cecilio y Vivas, a la ciudad de Ceuta, y eso es algo que no deberíamos permitir bajo ningún concepto.
Y ante
este panorama desolador, me pregunto, ¿por qué no aunamos los esfuerzos y las actuaciones en un frente común que desemboque en un amplio consenso
político y social para reforzar y ampliar el derecho a la educación y convertirlo en un derecho efectivo que sirva para adquirir
capacidades que permitan llevar una vida digna a cualquier persona, a nivel general y, en Ceuta, a nivel particular?.
Desde
el 2011 venimos soportando la falta de escrúpulos de un Ministerio que ha jugado con nuestra ciudad hasta límites extremos e insoportable. Y no voy a nombrar aquí cada una de las atrocidades que se han ido desarrollando porque son bien conocidas por
la mayoría de las personas, pero parece que la
eliminación de las ofertas de Bachillerato de cuatro Institutos de Ceuta ha hecho reaccionar de manera espontánea hacia la
movilización, algo que pedíamos en la nota de prensa que hicimos en el mismo
momento que tuvimos conocimiento de la noticia.
Hay
partidos que piden una Declaración Institucional,
nosotros estamos trabajando una iniciativa en la Cámara, que es
donde se deciden estas cuestiones, todo está bien y
cualquier iniciativa es necesaria, pero lo que es evidente es que la alianza es la única salida al
desplante del totalitarismo
del PP. Existe una solución, que es asumir ciertas competencias en Educación para que podamos tomar nuestras propias
decisiones, pero el Gobierno de la Ciudad votó que no
y los Sindicatos, así como la FAMPA, tuvieron la oportunidad de firmar un Acuerdo Marco que le ofrecíamos desde el PSOE y que, por diversos motivos, no se llegó a materializar, aunque lo volveremos a intentar ahora que no estamos
en campaña electoral. Es una lástima que por culpa de
los intereses de ciertas personas se vean afectadas
toda una Comunidad Educativa. Han pasado ya unos días, acabaron las elecciones, y ahora sí
puedo decir que sentí una tremenda impotencia, ya no como política,
lo sentí como madre y como maestra. Hubo quien se
alegró de ver la imagen del desplante hacia el PSOE en la misma sala de reuniones de UGT que sí estuvieron,
aunque luego no participaron en la firma al estar
solos. Pero no creo que perdiéramos ese día los y las
socialistas, perdimos los y las ceutíes y yo me siento orgullosa de tener la
valentía suficiente y la utopía necesaria para no dejarme arrastrar por el camino, porque como bien dice un
compañero, la causa está por encima de los efectos.
Eso sí,
espero que estos nuevos
varapalos de Madrid sirvan
para reflexionar sobre la importancia de ir a una y de tender la mano a quien va con una solución,
o al menos lo intenta. En este caso lo hizo el PSOE,
hubiera dado igual si lo hubiera hecho otro partido. Es aquí donde se deslumbra el interés individual
al bien común y puedo poner un ejemplo, la Violencia
de Género y la Rueda de Hombres contra ella. Y sí, quiero dar las gracias a quien
siempre apoyó esta iniciativa, a Francisco Antonio González Pérez, delegado del Gobierno en
Ceuta, que a
pesar de nuestras diferencias ideológicas a él no le importó las siglas, a él le importó la causa y la seguridad de las mujeres, gracias.
Mientras, no tengo más
remedio que esperar a que llegue el día que el sentido común atrape a los
intereses partidistas, en uno u en otro sentido, también en mi partido llegado
el caso. Ahora sólo toca luchar, se nos va la vida en ello. Y lucharemos, lo
haremos por cada uno y una de los niños y las niñas que están en los Centros
Educativos de Ceuta, y por los que la Administración se niega a matricular, a
pesar de que la Ley de escolarización es clara. Por los niños y las niñas de
Digmun, por ellos y ellas, también.
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