Buenos días Ceuta, buenos días corazones:
Empezar y acabar una historia o un proyecto siempre cuesta, por eso durante un tiempo he estado pensando en qué centrar mi primara columna de opinión en esta cadena, una firma que voy a llevar con mucha ilusión y, sobre todo, con mucha valentía. Hablaré de cualquier tema que sea de interés público, y lo haré sin temor a represalias y con las ideas muy claras, porque no le tengo miedo a la verdad. Y como mi único interés es reivindicar y expresar lo que percibo a través de mis sentidos, o el sentido de quienes confían en mí, con el único objetivo de intentar cambiar las cosas y, lo más importante, reactivas las conciencias, os aseguro que no voy a dejarme nada en el tintero, al menos, nada que mi coherencia y mi dignidad me diga que hay que denunciar, porque si alguna vez me desvío de mis principios será porque estaré sometida al poder establecido de quien se debe a todo menos a sí mismo.
Dicho esto, y tras hacer un repaso a los temas de actualidad, sin olvidarme antes de condenar el terrorismo machista que nos ha dejado un agosto negro y la poca vergüenza del Partido Popular por votar que no al pacto contra la violencia de Género en el Senado, o la maldad de quienes gobiernan haciendo números con las personas refugiadas y la inmigración, me voy a centrar en la irritación que me produce la falta de transparencia del Gobierno de esta Ciudad.
¿Por qué?
Porque yo no me conformo. Necesitamos polític@s dispuestos, de verdad, a hacer política de una forma muy sencilla: ofreciendo exclusivamente lo que realmente se puede conseguir, no mintiendo, no manipulando, no intentando ser diferentes a través de privilegios y, lo más importante, mostrándonos tal como somos. La sencillez es una virtud y lo oscuro acaba tropezando. Hay que enseñar cada paso que damos, mostrar nuestro trabajo, visualizar nuestras ideas y desafiar a la participación. Entrega y entrega. Somos el medio, no la causa .¿Acaso no sabemos que la gente demanda nuevas formas de participación? Esto es lo que tenemos que conseguir, una administración más eficaz, más cercana y más servicial.
Pero no, Ceuta acabó una legislatura sin actualizar su web, sin celebrar la comisión para el seguimiento de los acuerdos plenarios, sin mociones participativas, sin el suficiente rendimiento de cuentas de su gestión, sin las actas plenarias publicadas, y con interpelaciones o solicitudes de información sin responder. Ceuta acabó una legislatura a la imagen y semejanza de sus gobernantes, sin rumbo y con manchas.
Y ¿ cómo empieza? Sin ni siquiera retransmitiendo los plenos. ¿No es esto un secuestro palpable a la democracia y el derecho a la información? No lo permitamos, porque entonces estaremos participando en el circo mediático de la manipulación.
Muchas gracias por compartir mis pensamientos y recuerda, tus principios no tienen precio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario