Ceuta, 11 de diciembre de 2016.- Búscome ve con buenos ojos el hecho de que “para el Defensor del Pueblo haya que empadronar siempre que se compruebe que se reside habitualmente en el domicilio, puesto que la mala gestión de la Ciudad de Ceuta ha dejado desamparada a muchas familias que llevan años viviendo aquí y no han podido tener acceso a los recursos y derechos básicos que necesitan cualquier persona”.
“Según hemos podido saber desde Búscome, para la Oficina del Defensor del Pueblo el argumentario de la Ciudad no es lícito porque no ha tenido en cuenta que el objetivo de exigir documentación identificativa al solicitar la inscripción en el Padrón es exclusivamente comprobar que los datos de identificación están bien, con independencia de si la situación es irregular o no. Por tanto, si resulta que está viviendo habitualmente en Ceuta tiene derecho a ser empadronado”, explica la asociación.
Búscome dice que “son muchas las veces las que hemos salido exigiendo que se empadronen a personas que viven en Ceuta e incluso tienen hijos nacidos aquí y, por tanto, todo el derecho a estar, según el código Civil y la Ley de Extranjería, legalmente empadronadas en Ceuta para que tengan acceso a todos los recursos, en igualdad de condiciones”.
“Tenemos que saber que mientras se resiste la residencia legal a una mujer o un hombre que tiene un menor su responsabilidad estamos vulnerando su protección e incumpliendo el derecho a vivir en familia recogido en el artículo 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos y en el artículo 23 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Conocemos muchos casos en Ceuta, que llevan toda su vida residiendo aquí, donde no puedentener acceso ni siquiera a la Sanidad o a las ayudas de la Consejería de Asuntos Sociales, por no mencionar la situación de los menores que no lograban ir a al colegio”.
“Desde Búscome, esperamos que el Gobierno tenga en cuenta estas recomendaciones y no entorpezcan más la vulneración de un derecho fundamental que está siendo pisoteado por la arbitrariedad de un ejecutivo que no entiende más que a sus propias razones”, concluye.
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