viernes, 16 de octubre de 2015

MI FIRMA DE LA SER SOBRE LA OBSESIÓN

Buenos días Ceuta, buenos días corazones:

Hoy había muchos temas para dedicar mi firma: la reunión de los responsables de educación de Ceuta, en Madrid, a pocos meses de las elecciones , cuando luego se han tirado 4 años en el más absoluto de los silencios ; sobre la protección de nuestros entorno natural y cómo un incendio ha provocado reacciones de críticas o no, según de dónde vengan, mientras el resto del año casi nadie trataba las políticas de protección medioambiental ; de cómo siguen existiendo menores sin becas de comedor escolar, mientras l@s polític@s de nuestra ciudad se recrean en las casas regionales ; o del archivo provisional sobre la causa que provocó las quince muertes en el Tarajal y del por qué no va a pasar nada con la persona que dio la orden de disparar, pero no, hoy he decidido pronunciarme sobre una palabra que escucho continuamente a mi alrededor:
Obsesión
¿Qué es la obsesión?
La obsesión es el estado de la persona que tiene en la mente una idea, una palabra o una imagen fija o permanente y se encuentra dominada por ella. Según como se mire, esta descripción puede tener muchas connotaciones y yo me quedo con una, la obsesión que te hace no tirar nunca la toalla, no rendirte, luchar ¿Por qué? Porque en la vida si no es con convicción, valentía, energía, persistencia y fuerza, no se consigue nada, o más bien se logra muy poco.
Así que sí, me declaro una loca obsesiva del ruido de la justicia, porque sin esa obsesión quizás el camino de piedras que te suelen poner en la vida no lo estaría caminando y estaría anclada en la permisividad o en la avaricia, según como se mire.

Me explico mejor. Cuando digo permisividad me refiero a las personas inertes y vacías de carisma suficiente para conseguir con ilusión y entusiasmo un objetivo personal o grupal. Y cuando digo avaricia, me refiero a quienes escalan a costa de l@s demás o están acostumbrad@s a llegar a la meta empujad@s por la mentira y el interés exclusivo de llegar, aunque  una vez en la cima se limiten a preocuparse mas por mantenerse en esa posición, que lanzarse con valor ante una realidad que nos come día a día.
Por tanto, tenéis que  saber que no voy a dejar esa obsesión por avanzar,cambiar las cosas y conseguir un mundo donde nos podamos mirar a los ojos y decir que aquí prima el sentido común. Y solo, solo por eso, el viaje habrá merecido  la pena, porque como decía Aristóteles la excelencia moral es el resultado del hábito. Nos volvemos justos realizando actos de justicia. Templados realizando actos de templazas, y valientes realizando actos de valentía. Y las personas con valor hace una gran  mayoría.
Muchas gracias por compartir mis pensamientos y recuerda, tus principios no tienen precio.

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