A veces pienso que es normal que
las personas se alejen de la política cuando escuchan en periodo electoral un
montón de propuestas y deliberes que no concuerdan posteriormente con la
práctica. Y si encima están los partidos proporcionando datos contradictorios
en asuntos tan delicados como las pensiones o la dependencia, la dejación es
mayor. Yo siempre digo que no hay mejor argumentario como el contacto diario
con la ciudadanía, y aquí permitidme una opinión personal, al Partido Popular
le falta mucha empatía y mucho camino en asfalto hecho más allá de sus cuatro
contactos de siempre.
Si queremos saber cómo están las
pensiones, sólo hay que hablar con una persona jubilada, si queremos saber cómo
va la dependencia, sólo hay que hablar con una familia que tiene en su casa
alguien con diversidad funcional, y si queremos saber cada una de las diversas
circunstancias más cercanas y directas de la vida, sólo hay que hacer menos
protocolo y más atención directa a la ciudadanía. Es cierto que la mayoría de
las personas están cansadas del tú más, pero no es menos cierto que no podría
existir un debate sobre las políticas sociales si el socialismo no hubiera
gobernado en nuestro País. Hicimos cosas
mal, pero hicimos. El Partido Popular sólo se ha dedicado a prometer para luego
recortar, a llevar al Constitucional Derechos Civiles que luego defiende ante
una mayoría social, o a escindir la libertad de expresión y la capacidad de
decidir de las mujeres.
Y sí, me gusta que los partidos
reconozcan los errores, el mío lo hace constantemente, pero no soporto que nos
tomen por inútiles.
El Partido Popular dice, ahora,
que quiere un Pacto por la Educación. ¿No fue el Partido Popular quien horas
antes dijo que no al Plan de Gabilondo? Un Pacto por la Educación que se estuvo
trabajando durante más de nueve meses, que contaba con la aprobación de la
Comunidad Educativa, y que no se pudo sacar porque en el 2010 el Partido
Popular decidió pensar más en las elecciones que en el alumnado, en el
profesorado, y en las familias.
El Partido Popular dice, ahora,
que quiere un Pacto por la Educación. ¿No fue el Partido Popular quien saco una
Ley, la LOMCE, a espaldas de la Comunidad Educativa y sin el consenso de ningún
partido político?
Un partido que ignora a todo el
mundo cuando tiene la mayoría absoluta, ¿cómo puede hablar de Pacto en estos
momentos? Simplemente porque vuelve a pensar en las elecciones y no en el
alumnado, ni en el profesorado, ni en la familia.
Pese a que hemos tenido que
soportar descalificaciones por parte del Partido Popular, teníamos un buen sistema educativo. El Gobierno socialista duplicó el gasto en
educación y el incremento de las
becas como nunca. Nuestro
sistema educativo ocupaba el segundo lugar en equidad entre todos los
países evaluados en PISA.
La educación española necesita que la sociedad confíe en ella; en lo
que se ha hecho, en lo que se hace, en sus propias capacidades y en sus
agentes. El PP descalifica
nuestro sistema educativo e instala la
idea de que la educación en España ha ido mal, incluso que había
retrocedido. El PP miente,
porque nuestro nivel educativo era más alto que en ningún otro momento de
nuestra Historia. El PP es injusto,
porque desprestigia al profesorado y a un sistema que ha dado buenos
resultados. El PP es interesado,
porque lo que ha pretendido es introducir cambios hacia una educación de corte
conservador, alejada de la mejor tradición educativa europea que hace de la
educación la herramienta principal para el desarrollo individual de toda la
ciudadanía y promueve la cohesión y el avance colectivo del país.
Pero nunca es tarde si el
objetivo es bueno, claro que es necesario un Pacto por la educación, aunque no
a cualquier precio. Para que exista un pacto tiene que concurrir unos
principios incuestionables basados en la igualdad y en la defensa de lo público
y la laicidad. Hay que reconocer que la ratio y los recursos son importantes,
que las becas son unos derechos. Es necesario valorar la filosofía y las artes
y, sobre todo, hay que acabar con la idea que tenía Rajoy acerca de la Educación
para la Ciudadanía.
Esto decía Rajoy en el 2007 “La
Educación para la Ciudadanía sólo sirve para adoctrinar a los niños y es
disparatada y ridícula. Creo que es una agresión a los niños y una enorme
irresponsabilidad". Es decir, hablar
de la igualdad de género, por ejemplo, para
Rajoy es una gran irresponsabilidad.
Mucho tiene que cambiar el
Partido Popular por su política ideológica, regresiva, elitista, excluyente,
segregadora, recentralizadora y confesional. De hecho, tiene que dejar de
estar.
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