El domingo por fin tendremos el
día más deseado. Han sido muchos años de mareas de todos los colores y de
reivindicaciones constantes en la calle. Por primera vez en la historia se han
juntado personas de distintos sectores, lugares, edades, culturas, que se han
unido en la lucha por la justicia social, la libertad, la dignidad, la
transparencia y la igualdad. Sé que
muchas personas no entenderán estas palabras, otras estarán cansadas de escucharlas,
pero yo creo que no hay nada mejor para un partido, y el nuestro lo sabe muy
bien, que liderar esos valores con ilusión, entrega, responsabilidad,
compromiso y constancia. Tras el cristal de cada uno de ellos se refleja todo
lo que necesita una sociedad para definirse socialmente decente.
A estas altura nadie puede dudar
del valor del socialismo y de cuánto le debemos a la rosa y al puño.
Quizás nos hemos equivocado
alguna vez, ¿quién no lo ha hecho? Pero si algo hemos sabido hacer bien desde
el PSOE es reconocer los errores con la cabeza muy alta, porque no hay nada
bueno en este país que no haya venido de un Gobierno Socialista. Todo el mundo
quiere hablar del Estado de Bienestar y la igualdad en sus discursos y en sus
programas, pero sólo el PSOE lo ha construido, reforzado y mimado. Con Felipe González conseguimos la sanidad, la
educación, y las pensiones. Con Zapatero logramos la dependencia, nuevos
derechos y las políticas de igualdad.
Ahora todas las piezas del puzzle
están derrumbadas por culpa de la insensibilidad de un Gobierno que llegó
mintiendo, se mantuvo mintiendo y se irá mintiendo. Hemos sufrido la
irresponsabilidad de un partido que sólo ha sabido moverse en el ángulo de
Zapatero y la herencia recibida. Un partido falto de argumentos, propuestas y
ética. Rajoy tenía que haber dimitido hace tiempo por mandar un mensaje de
ánimo a Bárcenas y no a las miles de
personas que tienen que enfrentarse a la exclusión, a la presión laboral, a los recortes, y a la falta de libertad.
“El sé fuerte Luis” tendría que
haber sido “ Aguanta, María, que te vamos a ayudar a que recibas tus derechos,
tu prestación por desempleo, y tu dependencia.
Cuando vayamos a las urnas
tenemos que hacerlo con la memoria puesta en el recurso que puso el PP al matrimonio
igualitario, a la reforma del aborto, a la reforma laboral, a la LOMCE, a la
ley mordaza, a la amnistía fiscal. Tenemos que pensar en los hospitales y en
las escuelas cerradas, en el copago, en las pensiones o en la cultura, pero
sobre todo tenemos que pensar en el valor de la cobardía que ha dominado a
Rajoy todos estos años. O caminas para la derecha o lo haces para la izquierda
y no, yo no voy a pedir el voto útil, yo voy a gritar por mi orgullo
socialista. Lástima de quienes, teniendo la oportunidad de cambiar el mundo, se
muestran arrepentidos de la única maquinaria capaz de transformar la sociedad,
la política. Por eso quiero decir que votéis al único partido preparado de dar
un giro a esta asfixia social, es decir,
que votéis al PSOE. Pero sobre todo quiero decir algo más contundente, que
votéis. La indignación tiene fin, las urnas. Nos vemos el domingo. Suerte
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