Empezando por el final, la Gestora tiene todas las facultades para tomar decisiones hasta la próxima celebración del Congreso Ordinario porque así lo quisimos quienes votamos en el Comité federal. Ya lo he dicho muchas veces, pero creo que la Gestora, sin olvidar la situación de peculiaridad que tiene, está desarrollando un gran trabajo y tiene como Presidente a una de las personas más admiradas y queridas del Partido Socialista.
Dicho esto, y aunque sé que este discurso no es fácil porque cuando se habla de sanciones el silencio es lo más cómodo, creo que no es justo dejar solos a quienes están ejecutando lo que todos hemos aprobado.
Todos los partidos políticos contemplan la multa cuando se incumple la disciplina del voto y esto se lleva haciendo desde siempre. No es algo que se haya inventado la Gestora.
Y por otro lado, en política ademas de la capacidad de gestión la confianza es fundamental para ocupar ciertos puestos de dirección y responsabilidad, por eso si son personas que conocen la vida interna de un partido las que están criticando los cambios en el Congreso y en el Senado, es que están jugando a la doble moral. Y si es la ciudadania quien duda y piensa que ha sido una cacicada, es nuestro deber explicar que para nada esto es un reflejo de la realidad.
Lo que sí es cierto es que hubo un mandato y gente que se lo saltó, y ese salto conlleva respuestas que encima, una vez más, se ha demostrado que del dicho que decían que se iba a hacer a lo hecho hay un gran trecho.
Todo el mundo tiene libertad para hacer lo que cree conveniente, y luego la madurez para aceptar las consecuencias. La fraternidad es una de las palabras más bonitas del PSOE y estoy segura que de aquí hasta el próximo Congreso Federal, y una vez celebrado el debate de ideas, cada día habremos ganado más razón a toda esta sinrazón.
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