“El 11 de
septiembre, en la avenida de Otero, había una farola que estaba a punto de
caerse y provocar un accidente. Si bien es cierto que el servicio de bomberos
actuaron con premura y cortaron la farola para evitar el desprendimiento, la
realidad es que la Ciudad no ha puesto remedio ni ha subsanado el riesgo de
accidente, puesto que ha dejado la
farola partida por la mitad y precintada para que nadie la toque. Actualm
ente
está tapada con un trozo de cartón, tal y como se puede comprobar en la imagen
que hemos adjuntado”.
“Gastarse
más de cuatrocientos mil euros en el mantenimiento del alumbrado público y no
hacer una revisión de cada una de las farolas de nuestra ciudad es una
imprudencia propia de quienes están preocupados en otras memeces alejadas del
interés y la seguridad de la ciudadanía, puesto que no hace falta tener tantos
asesores, como tiene el Gobierno, para saber del peligro que supone todo lo
relacionado con las corrientes”, dice Búscome.
Búscome insta
a “ realizar una inspección de todas las farolas de Ceuta y así detectar todas
las anomalías que pudieran presentarse. Recordemos que no es la primera vez que
se han producido accidentes por culpa de unas malas instalaciones. La falta de
conservación es más costoso que un buen mantenimiento porque no es únicamente
las que están a punto de caerse sino la profunda oxidación de las mismas, a lo
que hay que añadir la incidencia de poder sufrir descargas”.
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