jueves, 1 de septiembre de 2016

SON LOS VECINOS QUIENES TIENEN QUE ARREGLAR LAS BARRIADAS

Nos hemos hecho eco de una denuncia ciudadana ya que, en la tarde del viernes 
, un vecino tuvo que realizar las labores de limpieza en el polideportivo que se encuentra en la Avenida Ejército Español, ante la situación de suciedad en la que se encontraba el mismo. Esta escena habría pasado desapercibida de no ser porque el citado recinto deportivo se encontraba con multitud de cristales rotos por el suelo, mientras un grupo de menores jugaban al futbol-sala. Por lo tanto, no ya es sólo una situación de salubridad sino un peligro para la seguridad de ese grupo de jóvenes. Creemos que una de las tantas asignaturas pendientes del ejecutivo de Vivas es el tratamiento que desde el Gobierno se da a las barriadas. Muestra de ello es la dejadez que hay en los recintos deportivos como es el caso anteriormente descrito, o el campo de fútbol sala de la barriada de O’Donnell, donde en lugar de porterías se encuentran dos tocones para la práctica deportiva. De igual manera, la falta de limpieza, la reposición de papeleras, la instalación de bancos o adecentar las zonas recreativas para niños y niñas son cuestiones a tener en cuenta para esta zona de Ceuta.
Hoy ha tocado a estas barriadas, pero son muchos los lugares donde se ponen en evidencia la falta de credibilidad de un Gobierno que ha vendido un plan de actuación en las barriadas por valor de 70 millones de euros, que no está nada claro. Tampoco entendemos el sentido de una oficina técnica en Ceuta Center cuando no existe coordinación entre las distintas barriadas de Ceuta y cuando tenemos a una Federación de Vecinos más preocupada en encontrar las facturas sin justificar, que en atender las demandas ciudadanas.
Por último, y no menos importante, desde Búscome creemos que las figuras de los controladores de servicio de barriadas sólo sirven para derrochar dinero de las arcas municipales. Es inexplicable que existiendo siete personas trabajando para la Ciudad, con una paga en torno a unos 2.500 euros mensuales, no de para satisfacer las quejas que nos hacen llegar algunas personas a nuestra asociación. Algo no funciona bien cuando los vecinos tienen que recurrir a las denuncias públicas.
“Por todo ello, pedimos un replanteamiento de las funciones de estos controladores y una exposición pública de cuantas actuaciones llevan a cabo diariamente. También que estén más visibles, puesto que son muchas las personas que no tenían conocimiento de esta figura y que se han visto desamparadas a la hora de transmitir los desperfectos de las barriadas donde residen. Creemos que, además de una oficina técnica, la Ciudad tiene que habilitar un Consejo Sectorial Vecinal, como ya hemos anunciado en otras ocasiones. La política de barriadas necesita una gran vuelta.

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