LA INMORALIDAD DE NEGAR UN VISADO

Búscome ve “inmoral” que se deniegue el visado a las familias de las víctima del Tarajal de Ceuta que querían identificar los cuerpos porque "es mezquino que un Gobierno tenga la insensibilidad, no sólo de haber llevado este asunto desde el primer momento con frialdad, al permanecer impasible ante la muerte de 15 personas que fueron atacadas con pelotas de goma y botes de humo mientras nadaban para venir a España, sino por impedir que puedan ser enterrados con dignidad y examinados por sus familiares ".

"Es injusto que se lancen voces contra la deshumanidad, como ha hecho Vivas en nuestra ciudad. Cómplices de la mezquindad y la irresponsabilidad para con los Derechos Humanos. Desde Búscome, creemos que la actitud del Gobierno de Rajoy es inadmisible y tendría que estar lejos de cualquier defensa, pero le han salido los voceros y palmeros de Ceuta. Ya sabemos, - continua la asociación, que al Partido Popular no le gusta que las familias puedan recuperar los cuerpos o identificar a sus allegados cuando no comparten la política, no lo han hecho con las fosas comunes tras la Guerra Civil, mucho menos lo iban a permitir con la inmigración"
“Estas personas lo único que querían hacer era viajar a España para identificar los cuerpos de sus hijos, ver la playa del Tarajal y visitar las tumbas donde les han dicho que están. Pero el Gobierno considera que esto no es una justificación de peso y ha rechazado los visados de las familias que pretendían someterse a las pruebas de ADN necesarias para identificar los cadáveres sacados desde nuestra playa”, aclara Búscome.

Por tanto, “ desde Búscome, que nos revelamos contra la injusticia, afirmamos que este Gobierno es indolente por maltratar a las personas que huyen del horror, sin ni siquiera darles la oportunidad de solicitar asilo o refugio y en este caso ni la posibilidad de ser enterrados y reconocidos por sus familiares. ¿Hay algo más cruel que esto?”, se pregunta Búscome.

Asimismo, Buscome aprovecha la visita de Rajoy a Ceuta e insta a que " se lleve una imagen real de esta ciudad, más allá del Revellin y los cuatro puntos colindantes. Es una responsabilidad que esté en el CETI, que vaya por algunos colegios, que inspeccione el Hospital, que acuda a las barriadas de la periferia, sobre todo la del príncipe y, lo más importante, que se lleve de recuerdo en las retinas de sus ojos el sudor y la situación tercermundista de las porteadoras"