“ Desde Búscome no vamos a entrar en las macro
inversiones que se han llevado a cabo y que no están teniendo sus frutos, ni en
el procedimiento del contrato de las adjudicación y el incumplimiento del
mismo, por no haber estado finalizada las obras en tiempo y en forma, ni en el
uso de funcionarios de la Ciudad para la implantación de una zona forestal,
cuando la empresa privada debería de haberse hecho cargo de la misma. Todos
estos sucesos fueron denunciados por los partidos políticos de la oposición.
Nosotros nos estamos centrando en las quejas ciudadanas, que nos han llegado a
nuestro correo, y que ponen en evidencia, tal y como se demuestran en las
imágenes que hemos adjuntado, el estado tan pusilánime en el que se encuentra una
zona que ha dado mucho juego en la campaña electoral , y que el grosor del dinero
lo puso precisamente un Gobierno distinto al Local”, afirma Búscome.
Buscome alega que “el legado del parque, en vez de ser un
espacio natural, es la acumulación de botellas,
plásticos, latas, excrementos de animales, papeleras sin recoger, grifos rotos,
e incluso bancos pintados, que demuestran la escasez de vigilancia y el
empobrecimiento en su mantenimiento. Pero esto no es todo, lo que se suponía
que iba a ser un pequeño oasis de ocho mil metros se ha transformado en una
zona seca y muerta, que confirma las maneras que tiene este Gobierno de funcionar. Si uno de los problemas de Santa Catalina era
su impacto medioambiental, el problema continua, el viento hace que la suciedad,
los residuos y los escombros, que nadie sabe como han llegado, acaben en el
mar”.
En definitiva, “mientras se siguen gastando miles de
euros, ahora en la construcción de un puente de madera para su comunicación con
el Monte Hacho, nadie se alarma ni se preocupa por el sostén de una zona
catalogada por el propio Presidente como el paisaje más atractivo del
Mediterráneo”, concluye Búscome.
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