Ceuta va a contar con un convenio de
colaboración con el Colegio Oficial de Psicólogos para las situaciones de
emergencia, y lo hará en el 2016 a pesar de que el PSOE de Ceuta lo presentó en
el 2012 y el Gobierno votó que no. Estas son las cosas que pasa cuando un
Gobierno no valora el trabajo de la oposición, o no intenta realmente analizar
las propuestas que los otros partidos presentan, bien por cuestiones
partidistas, o bien por tener poca altura de miras para tener la soltura de
saber cuando algo es preciso y cuando no.
El problema es que el tiempo es sabio y lo
que al principio era una ridiculez luego es necesario. ¿Cuánto podría avanzar
Ceuta si nuestros dirigentes asumieran sus cargos con mayor responsabilidad y
seriedad?
De cualquier modo, me alegro que podamos
contar con un servicio tan importante, aunque sea cuatro años más tarde.
Dicho esto,
hoy quiero centrar este espacio en el día que celebramos hoy, la acción
social por la salud de las mujeres cuyo objetivo es denunciar los problemas que afectan a la
salud sexual y reproductiva de las mujeres y niñas en todo el mundo.
El derecho a
decidir.
Hoy vuelvo a
exigir una vez más que no se nos consideren carne de cañón, mercancías en manos
de terceros y objetos sexuales cuya misión es satisfacer los deseos y los
instintos de quienes se creen con el derecho de usarnos o de legislar contra
nosotras, como ha hecho el Partido Popular con su triste reforma del aborto. Un
reforma que tuvo pinceladas gracias a la movilización social, porque si por la
derecha de Rajoy fuera ahora estaríamos a la cola de Europa en derechos
reproductivos.
Pero no
hemos terminado con un debate, cuando nos están enterrando en otro. La
maternidad subrogada.
El mercado
no es un buen regulador de las relaciones humanas. Es necesario poner límites
claros y uno de ellos debe ser el cuerpo. Abrir el mercado de los vientres de
alquiler, que sin duda es un enorme nicho de negocio, introduce una tremenda
desigualdad. En los vientres de alquiler, la cuestión de clase, además de la de
género, es determinante. En la práctica es una forma de explotación de las
mujeres pobres que generaría paraísos reproductivos en lugares de extrema inseguridad de las mujeres. No puede
admitirse el argumento de “el interés superior del menor” como mera excusa para
saltarse la ley. En este caso, estos menores no existen hasta que una o dos
personas, con una evidente voluntad de no respetar la ley y de buscar
resquicios legales para conseguir sus objetivos, alquilan a otra persona en
otro país e inician el proceso de gestación. Por lo tanto, no hay ningún menor
desprotegido sino la intencionalidad de gestarlo.
La pregunta
es ¿todo se puede comprar y vender, incluido el cuerpo, una parte de él, un
embarazo o un ser humano completo, es decir, un bebé? Yo contesto con un
rotundo no.
Por tanto,
no encuentro mejor día que hoy para posicionarme en contra de apoyar
cualquier
ley que regule la compra-venta del cuerpo de las mujeres, de su maternidad, de
su capacidad de gestar y del fruto de esa gestación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario