NO MÁS ANIMALES EN SAN AMARO

Búscome ha querido pronunciarse sobre “la intención que tiene la Ciudad de adquirir más animales para el parque San Amaro. En concreto, el Gobierno ha sacado a licitación el contrato relativo al suministro de aves y complementos para dicho parque por un importe de 5069,50 euros, algo que no tiene ninguna lógica debido a la pésima gestión medioambiental que realiza este ejecutivo en todos los entornos naturales de Ceuta”.
“Durante mucho tiempo se ha estado luchando y protestando sobre las condiciones en las que se encontraban los monos que habitaban en San Amaro, ahora se cuestiona el trato que reciben los ciervos, como denunciamos hace meses en prensa, y el hecho de que se hayan gastado una cuantía considerable para la colocación de una jaula para pájaros, teniendo en cuenta que éstos deben de estar en libertad. Por tanto, desde nuestra asociación nos oponemos en rotundidad a que el Gobierno de la Ciudad siga ampliando el número de especies para San Amaro, cuando son incapaces de cumplir unas mínimas condiciones de calidad”.
Asimismo, “ y a raíz de esta nueva licitación”, Búscome agrega que “ los interfonos que están colocados en el Parque de San Amaro, y que tendrían que estar conectados con la persona que asumiría la vigilancia en la caseta grande que construyeron en el antiguo mirador, y lo acondicionaron como aula, ahora en desuso, están arrancados y rotos. El objetivo era convertirlos en un sistema de seguridad, por si a cualquier persona le pasaba algo mientras paseaba por la zona alta del sendero. Todo esto es, - añade la asociación, producto de una falta absoluta de seguridad y lucidez”.
“Lo de la lucidez lo decimos por los altavoces que también adquirieron para poner la radio y acabaron quitándolos, debido a que el ruido molestaba a los animales. Es decir, inversión tras inversión, sin ningún tipo de planificación, salvo el derroche económico que nos lleva el asumir como rutina la falta absoluta de proyección”.
Además, “ a todo esto hay que añadirle barandillas rotas apunto de caerse, suciedad en cada rincón, apliques de bombillas rotas, cajas de empalmes que faltan, arboles caídos y un invernadero que pretendía ser un proyecto de futuro profesional, sobre todo para el alumnado con necesidades educativas especiales, y ha terminado siendo un proyecto muerto y frustrado”.
Por tanto, “ desde nuestra entidad aconsejamos al Gobierno de la Ciudad a que, antes de ampliar el número de animales que nadie le ha encomendado, haga por proteger un especio que costó mucho dinero y ha finalizado por ser otro fracaso a su gestión”.